Los estudios sobre las violencias por motivos de géneros, son contundentes en demostrar su incremento y en describir las tipologías y modalidades de las mismas. Diagnósticos de situación, investigaciones, análisis en clave de géneros, tanto de organismos de referencia, como de colectivas feministas coinciden en que en los últimos 10 años, las violencias han recrudecido y las estadísticas efectivamente demuestran el crecimiento a través de algunos indicadores expresivos de esta situación.
Para analizar esta cuestión en la Provincia de Buenos Aires y el conurbano podemos recurrir a los registros y estadísticas disponibles por la Suprema Corte de Justicia de la PBA que desde el 2015 puso en funcionamiento el “Registro de Violencia Familiar (RVF)” que recolecta información que los Juzgados de Familia y de Paz producen en el marco de su función jurisdiccional.
Mediante estas estadísticas producidas por este organismo judicial podemos identificar qué, tanto la cantidad de causas iniciadas por Violencia familiar en los Juzgados de Paz por Departamento Judicial, como en los Juzgados del Fuero de Familia, entre los años 2010 y 2022 crecieron exponencialmente (casi en un 300 %). En estas estadísticas, el mayor porcentaje de casos quedan en los municipios del Conurbano Bonaerense respecto de los municipios del resto de la PBA.
Debemos destacar que el indicador de las causas registras, expresa la cantidad de casos que llegan a la justicia, pero lejos está de representar fehacientemente la cantidad de situaciones de violencia que padecen las mujeres y disidencias, según un estudio de Registro Único de Casos de Violencia contra las Mujeres (RUCVM) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) realizada en el periodo referido, muestra que solo un 21,8 % de casos de violencia por motivos de genero llegan a la justicia.
Estos datos nos invitan a reflexionar sobre los marcos de interpretación acerca de por qué crecen estos indicadores, así aparecen algunas preguntas que echan luz sobre el tema ¿Por qué creció tanto la violencia en solo 10 años? ¿Qué condiciones sociales y culturales favorecen el crecimiento de las violencias cuando es un problema se instaló en la agenda pública? ¿Hay algunas condiciones favorables que facilitan que las mujeres y disidencias realicen las denuncias? ¿Cuáles han sido las orientaciones de las políticas de géneros para el abordaje de las violencias? ¿Cuáles han sido las políticas para facilitar el acceso a la justicia de las mujeres y disidencias en el territorio del conurbano?
Sin duda, las políticas de géneros de los últimos años han expandido los dispositivos de abordajes en los diferentes niveles jurisdiccionales y de modo intersectorial. No obstante, aún resta poner el foco en cómo repensar las políticas públicas que desarticulen y/o eliminen las violencias que ejercen los varones. En los últimos 4 años diversos municipios, e incluso del PBA han creado dentro de las Secretarias de Géneros, Direcciones de Masculinidades que se encargan de trabajar con varones que han ejercido violencias, y se han impulsado tanto estrategias para problematizar el rol de las masculinidades en las relaciones sexo-afectivas, como iniciativas para cuestionar los modos en los se ejercen las violencias.
Estas estadísticas mencionadas del RVF de la PBA, siguen evidenciando la necesidad de sostener y fortalecer los dispositivos de abordajes interseccionales y de acceso a la justicia. No obstante, también muestran que es necesario cambiar el prisma desde el cual analizamos las violencias por motivos de géneros y desde donde formulamos las intervenciones públicas para eliminar los diferentes tipos de agresiones. Desarmar las violencias antes de que sucedan, supone desarticular las prácticas de dominación de las masculinidades hegemónicas, así allí deben orientarse con mayor fuerza las estrategias de políticas pública en los contextos de proximidad desde una perspectiva de género, interseccional, intersectorial, interdisciplinar y multiactoral desde y para el territorio.
[1] Carlos Jiménez. Secretario Académico del Instituto del Conurbano y Director de Masculinidades Criticas y territorios de la UNGS.