[Entrevista – Dra. Verónica Maceira]
La Dra. Verónica Maceira es investigadora docente del Instituto del Conurbano (UNGS), del Área de Sistemas Económicos Urbanos. Desde el 2012 desarrolla el proyecto de investigación «Análisis social de la Región Metropolitana en la postconvertibilidad», tendiente a identificar y analizar los principales cambios sociales de la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA) en este período.

La investigación va dejando a la luz algunos de los cambios en la estructura social: si bien siguen existiendo grupos marginados y desfavorecidos, disminuyeron las brechas en los ingresos entre hogares de distintas posiciones sociales. También se destaca un aumento de los hogares encabezados por trabajadores formales.

¿Para qué actores y/o sectores resulta relevante la investigación del análisis social de la RMBA en la última década?

En principio, yo podría decir un conjunto de cuestiones por las cuales  me parece relevante a mí, como investigadora.  Creo que en distintos ámbitos, tanto académicos como no académicos, hay efectivamente una mirada relativamente desactualizada de la estructura social de la región y del conurbano, como si los años de gran crecimiento económico que tuvo el país y de transformaciones importantes en la orientación de la intervención social del estado, no tuviesen un correlato en términos de cambios en los grupos sociales fundamentales de la región. Entonces, el problema es que esas imágenes rezagadas, ese conocimiento relativamente pobre opera (y nos opera) en nuestra relación con este territorio y en nuestras acciones, del tipo que éstas sean.  También creo que hay cierta mirada que homogeneiza (y en esta homogeneización también estereotipa quizás) este espacio que es socialmente muy diverso.

Particularmente, en el ámbito académico, me parece que las ciencias sociales venían además de una larga década, la de los noventa, en la que los estudios más estructurales y macrosociales sobre la región habían sido relativamente relegados, fundamentalmente porque no eran prioritarios desde la perspectiva de las corrientes teóricas en boga y también en parte porque la falta de presupuesto para las ciencias sociales en ese período inclinó a los investigadores a estudios más acotados. Sucedió también que, por la relativa novedad que significó el crecimiento inédito del desempleo y de los grupos más desaventajados durante la convertibilidad, las ciencias sociales se centraron en el análisis de estas fracciones de trabajadores. Claro que lo que digo no quiere ir en desmedro ni de los estudios que se hicieron ni de la pertinencia o calidad de los estudios de caso, pero, de conjunto, vemos que se dejó relativamente vacante el estudio de la estructura social, no solo de esta región, y también que sabemos poco de un conjunto importante de actores sociales de estos territorios.

¿A qué te referís cuando decís que la región es internamente diversa?

Sí, esa diversidad territorial es la que también nos interesa poder incorporar. Para empezar tenemos una historia de estructuras y procesos distintos en el centro y en la periferia de la región, en la CABA y los 24 partidos, pero estamos viendo además que estas estructuras han ido cambiando de manera también diferenciada a lo largo de estos diez años.

De acuerdo a lo que van encontrando en el análisis, ¿cómo podrían tipificar los cambios centrales ocurridos durante la década de la post convertibilidad?

Bueno, los cambios durante esta década han sido muchísimos en los muy diversos ámbitos. Esta investigación es acotada, no estudia todos ellos, sino que enfatiza particularmente aquellos cambios que podemos ver a nivel de la estructura social de la región, y  por el momento, dentro de ella, sabemos más de lo sucedido en el Área Metropolitana, en el Gran Buenos Aires, esto es, la ciudad y los partidos del conurbano.  Pensamos esta estructura social como resultado de los mecanismos centrales a través de los cuales se producen y reproducen las relaciones de desigualdad en nuestra sociedad. Entonces, cuando hablamos de cambios en la estructura social, vamos a tratar de ver qué pasó con las clases sociales, con los grupos  fundamentales de la sociedad. En este nivel estamos ubicando esta investigación.

Lo que podemos ver es que, siempre en el marco de una estructura social característica de las formaciones capitalistas periféricas, se destaca un cambio sostenido en lo que podríamos referir como la estratificación interna de los hogares trabajadores, entre el 2003 y el 2012.  Por un lado,  disminuyen en términos absolutos y relativos los hogares encabezados por  trabajadoras o trabajadores excedentes desde el punto de vista del capital, esto es, son menos los hogares con jefes o jefas desocupados más recientes, con beneficiarios de planes de empleo, pero también han disminuido los hogares de los desocupados de larga duración. ¿Esto querría decir que las situaciones de mayor vulnerabilidad han desaparecido o que el crecimiento económico de la última década ha integrado a todos los hogares de los trabajadores? No, para nada. Siguen existiendo grupos estructuralmente marginados.  Esto tiene que ver con las condiciones más profundas de estructuración de nuestra sociedad. Pero sí la magnitud de su  presencia es bien distinta a la del inicio del período, porque en ese momento y durante buena parte de la convertibilidad esa presencia había sido inédita. Además,  hubo una reducción de prácticamente un tercio de hogares encabezados por trabajadores informales, esto es, de hogares cuyo jefe o jefa trabaja en negro o como cuentapropista pero sin ningún capital o calificación, es decir todas estas situaciones que remiten más a trabajos de subsistencia que a empleos productivos genuinos.  La nota característica entonces es que hay más hogares encabezados por trabajadores formales. Esto nos está hablando de procesos de movilidad social intra-generacional (es decir dentro del tiempo biográfico del trabajador), de recomposición, al interior de la misma clase trabajadora del área, que contrastan con las mayoritarias trayectorias de caída que teníamos en la convertibilidad.

En cuanto a las condiciones de vida de estos hogares, ¿cuáles son las tendencias?

Insisto en que son muchas las dimensiones a considerar y probablemente las conclusiones serían algo distintas en cada dimensión, pero creo que es interesante saber que el conjunto de cambios en la estructura social del Área se operaron junto con una disminución relativa en las significativas brechas de ingresos per cápita familiar de los hogares de las distintas posiciones sociales. Es decir, que en este punto hubo una tendencia definida a la homogeneización  entre los distintos grupos de los trabajadores y que esto se da en un marco en el que se reducen las tremendas desigualdades en el ingreso per cápita familiar entre los hogares de las distintas clases, si bien, ciertamente, estas siguen siendo muy grandes. Estas tendencias son abiertamente opuestas a las que observamos en la región durante los noventa.

¿Y qué pasa con la clase media en la Región?

Bueno, en parte no es independiente de lo que hablábamos recién. Primero, tendría que decir que cuando hablamos de clase media, en las ciencias sociales siempre necesitaríamos hacer como una precisión de a qué nos estamos refiriendo, porque vos sabés que, por ejemplo, en la Argentina, una parte importante de la población parece considerase de clase media.  Pero sin entrar en debates académicos, podríamos decir que si entendemos que estos sectores medios están formados por los hogares de pequeños empresarios, por cuentapropias y asalariados calificados y/o por asalariados formales no tan calificados pero no manuales (es decir administrativos, empleados de comercio, etc), entonces podemos ver un engrosamiento de sus filas en estos años. Fundamentalmente por este proceso que comentamos antes, por el crecimiento de los trabajadores asalariados formales de los servicios.  Dado que estos sectores medios son siempre  de composición heterogénea, es interesante conocer su conformación en cada etapa: en este período estamos viendo un leve aumento de la asalarización de estos sectores y también una mayor presencia de los jefes y jefas empleados formalmente en el Estado.

¿Cómo continúa esta investigación?

Bueno, hasta ahora estuvimos haciendo esta descripción, localizando las tendencias más importantes de mediano plazo pero también de más largo plazo, y últimamente avanzando  en la comparación de  este período con lo observado en la historia reciente de la región. Ahora nos interesa además localizar un poco más cuáles son estas trayectorias, tanto de recomposición como de persistente marginación de las que estuvimos hablando. También queremos explorar en qué medida estas transformaciones se articulan con la construcción de maneras de entender esta estructura social y sus conflictos, con la construcción de las propias pertenencias de clase por parte de los distintos grupos sociales, particularmente los distintos sectores de trabajadores que estuvimos mencionando.  Así que estamos iniciando esta otra etapa de la investigación.

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