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Por Ricardo A. Paparás [1]

Jueves por la mañana, la proximidad de las elecciones no se reduce sólo a una cuestión temporal. Aquí, en la Ciudad de Buenos Aires, donde pudimos Pedro Pírezacercarnos a entrevistar a Pedro Pírez en el tranquilo barrio de Colegiales, los colores amarillos, azules y verdes de los carteles partidarios se trenzan con el sepia de las hojas secas y los árboles desnudos del otoño. En la calle, las miradas de los candidatos están allí, interpelándonos, esperando nuestra aprobación, porque, aunque a veces lo olvidamos, somos nosotros, todos, quienes guardamos la decisión que los alimenta y que los llena de estrategias, de alianzas, de renunciamientos.

Pedro nos recibe con calidez. El hogar es sinónimo de serenidad, todo parece estar desvinculado del mundo que transcurre fuera de las puertas de su casa. Tomamos asiento y frente a nosotros la figura de Pedro se pierde entre cientos de libros que se apilan en la biblioteca que ocupa una pared entera, como si esa biblioteca fuera una extensión de sí mismo, una expresión fragmentaria de quién tenemos adelante.

Ahora nos habla y reconoce no ser un especialista en las coyunturas electorales: con humildad se apresta a reflexionar con nosotros sobre este fenómeno que ya está formando parte de nuestras vidas. No es un improvisado, estamos conversando con un académico destacado en el estudio de las cuestiones metropolitanas y la construcción de poder político en la Región Metropolitana de Buenos Aires. En algún momento nos ofrece un café. Se reclina tranquilamente en su silla y nos mira con ojos atentos esperando la primera pregunta.

Ya se acercan las primarias de agosto y se da la peculiaridad de que en la Provincia de Buenos Aires las elecciones locales, provincial y nacional son simultáneas. ¿Qué significado tiene esto según tu visión?

Aquí habría una idea de que lo más global arrastra a lo menos global, o sea, lo nacional a lo provincial y lo provincial a lo local. Lo que no me resulta claro es qué impacto puede tener en el vecino respecto de su propio municipio. Puede ser que vote a un candidato a Intendente porque forma parte de un proyecto nacional, o que vote a otro que le va a garantizar un buen servicio de recolección de basura. Se podría suponer que a nivel local la gente vota por cosas inmediatas y es capaz de asociar políticos con esas cuestiones, que no necesariamente aparecen en la plataforma de un partido de referencia más nacional.

Y desde el punto de vista de las estructuras partidarias, ¿qué papel cumplen los municipios del conurbano bonaerense en relación a las opciones electorales de la nación y la provincia?

El papel de los gobiernos locales está en gran medida determinado más por la posibilidad de hacerse de los recursos necesarios para gobernar, que por la dinámica de los partidos políticos. Es por eso que se observa una subordinación de los candidatos locales a lo que sucede a nivel nacional y provincial. Por ejemplo, de nada le sirve al candidato de un municipio plantear una plataforma propia, muy interesante para su localidad, pero que no le va a permitir establecer una buena relación con los demás niveles de gobierno. Existen reglas del juego que se van a sostener más allá de los procesos de acumulación política y partidaria, lo que en términos prácticos significa que si gana alguien enfrentado con la provincia o con el gobierno federal, seguramente va a tener dificultades para desarrollar su programa de gobierno por el cual fue votado. Es por ejemplo lo que pasa con (Sergio) Massa: cuando tomó notoriedad y se preveía su triunfo en las elecciones legislativas del año 2013 en la Provincia de Buenos Aires, muchos intendentes se fueron con él. Hoy que la situación cambió algunos se van, otros se hacen los distraídos. Reformulando la vieja frase peronista la verdad no es solamente es la realidad, sino que también es el poder.

¿Es el poder o es la lógica de supervivencia política? 

Bueno, pero la supervivencia es la sombra del poder. Quien maneja el presupuesto logra alinear las voluntades a sus designios. Por ejemplo, (Julio) De Vido, al frente del Ministerio de Planificación de la Nación durante la presidencia de Néstor Kirchner, logró liquidar en un año las bases duhaldistas en el conurbano a través del presupuesto en obras públicas. En San Martín, luego de que el Intendente se aliara con (Sergio) Massa, tuvo inconvenientes para recibir los desembolsos de transferencias por un convenio internacional, debido a las trabas impuestas por la provincia. Entonces volvemos a la pregunta: ¿se puede gobernar a nivel local sin el apoyo provincial o nacional? Evidentemente es difícil. Y es un rasgo común del sistema político argentino, porque estas situaciones se reproducen en el resto de las provincias.

¿Pero hay alguna particularidad que distinga a los municipios del conurbano bonaerense del resto de las ciudades de otras provincias?

El conurbano tiene una característica que no se da en ninguna otra parte del país. Por encima de las cuestiones económicas y sociales, es un atributo político: la gran cantidad de electores que posee y que pueden definir una elección a Presidente. Por ejemplo, el Intendente de La Matanza controla el 5 % de los votos nacionales. Eso es demasiado. ¿Con cuántos votos se elige un diputado? (silencio). Entonces, sin lugar a dudas, existe una sensibilidad del gobierno federal respecto al conurbano que no se verifica respecto a otras áreas del país. Por eso el gobierno central intenta mantener bajo su poder elementos claves en la configuración y funcionamiento del territorio metropolitano como un instrumento de dominación política. Esto resulta claro en el caso de la Ciudad de Buenos Aires cuando logró su autonomía: la Ley Cafiero retuvo infraestructuras importantes en cabeza de la Nación, cuando era el momento de metropolizarlas.

¿Tienen lugar estas cuestiones metropolitanas en la discusión electoral?

Los problemas metropolitanos, que comprenden múltiples jurisdicciones como los relacionados con el mercado de trabajo y el mercado del suelo son muy importantes, pero lamentablemente no tienen un correlato electoral. ¿Acaso en algún gobierno local se vota teniendo en cuenta un proyecto metropolitano? Se puede votar teniendo en cuenta un proyecto provincial o uno nacional, pero ¿qué es lo metropolitano? No existe lo metropolitano, y no está previsto institucionalmente en nuestro país, y esto se debe a la dinámica política. Mi interpretación es que los procesos de acumulación política debilitan la solidaridad entre los municipios y que éstos se vinculan radialmente con el gobierno provincial y nacional. Por lo tanto, lo metropolitano, políticamente, no existe.

¿Cómo se da hoy en día esa relación radial?

Actualmente la Nación tiene un mayor peso en términos de recursos frente a la Provincia de Buenos Aires. El gobierno nacional ha disminuido la proporción de su gasto al mismo tiempo que ha aumentado sus ingresos. Esto quiere decir que los recursos están cada vez más en manos de la Nación, pero son gastados por los otros niveles de gobierno. Una parte de ellos se reparten de forma automática y con libre disponibilidad, pero otra son transferencias que llegan mediante decisiones discrecionales desde el presupuesto federal. Entonces, si un Intendente está enfrentado con el gobierno de la provincia, pero tiene buena relación con el gobierno federal, hace 30 años hubiera tenido problemas porque no había un nexo entre el Presidente y los municipios y ahora sí lo hay. Ese proceso comenzó con Menem y De la Rúa lo amplificó para evitar tener que interactuar  con el justicialismo que gobernaba la Provincia. Hoy en día la capacidad del gobierno central de penetrar en el conurbano es muy fuerte, y no sólo con grandes obras de infraestructura sino también con políticas puntuales.  Es tal vez por eso que algunos Intendentes pueden entender que no sería una mala opción arrimarse al PRO si tuviera posibilidades reales de ganar las elecciones en octubre, aunque la gobernación la retuviera otro partido.

Esto se relaciona con los cambios que van adoptando los Intendentes con el tiempo…

Si algo muestran los Intendentes es que su capacidad de reproducción es muy buena. En algunos partidos, como Florencio Varela, la gestión ha estado desde hace más de 15 años. Pasaron muchas cosas y los intendentes siguen en la cresta de la ola. Ante la posibilidad de que haya un cambio de coyuntura se mueven, y lo hacen en función de donde ellos creen que van a estar los recursos para ganar la elección y poder gobernar.

Entonces los candidatos son más bien pragmáticos, es decir, no tienen ideología.

Hay algunos que sí la tienen y han ganado elecciones, como es el caso de (Martín) Sabatella. Otro caso es el de Moreno con Mariano West, pero después se fue alineando, primero con Duhalde, después con el kirchnerismo. Distinta es la situación para los municipios del norte, que gozan de mayor autonomía económica para establecer sus políticas. Como no dependen tanto de los fondos que les puedan llegar, su relación con el gobierno nacional ha sido más compleja, lo que igualmente no impidió que lograran establecer acuerdos -que incluyeron algún negocio inmobiliario de por medio- (risas).

[1] Investigador-Docente del Área de Estado, Gobierno y Administración Pública del Instituto del Conurbano.

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