Entrevista realizada por Sandra Hoyos (ID ICO-UNGS) y Marcelo Ochoa(ID UNGS- Docente UNPAZ)
Integrantes del equipo de la cooperativa:
Qollka Claudia Benítez
Edis Buscarons
Dany Villegas
Myr Monzón
Sandra: – ¿Cuál fue el origen de la organización, cómo y cuándo surge? ¿Cuáles son las principales líneas de trabajo?
Cooperativa: – La cooperativa surge a partir de un teórico de violencia de género en la Universidad de José C. Paz, y estamos hablando de 10 años atrás. Cuando terminó el teórico fue como una avalancha de mujeres pensando, y a partir de ahí sentimos la necesidad de buscar un espacio. La Universidad nos brindó un lugar, no era siempre el mismo y a veces teníamos que atender en el mástil porque no había espacio, así surge la cooperativa. Tuvimos que seguir atendiendo cuando la universidad cerraba al finalizar diciembre, cuando sabemos que es el mayor pico de violencia. Estuvimos atendiendo en la plaza y en nuestra oficina. Nuestro lugarcito cerrado era ahí en Chocorísimo, y así surge la necesidad de tener esto, lo que hoy es en la cooperativa pero en una organización territorial.
Una de las líneas a trabajar eran todos los emergentes feministas, la cooperativa es feminista y trabajamos ejes que tienen que ver con aborto, violencia, diversidad sexual, ESI.
Sandra: – Desde ese entonces como cooperativa itinerante han pasado muchas cosas. Actualmente tienen su espacio físico. ¿Querés contarnos cómo fue todo ese proceso desde que atendían en la plaza?
Sí, después de un tiempo nos ofrecieron un lugar municipal pero lo rechazamos, entonces ahí tuvimos que resolver qué hacer porque no podíamos bancar dos alquileres. Nosotros ya teníamos consultorios acá en San Miguel, no podíamos bancar otro en José C. Paz. Decidimos alquilar algo más grande acá en San Miguel y fue un momento muy fuerte para nosotras porque muchas de las mujeres no conocían el territorio. Venir a San Miguel que es muy invasivo, cantidad de sonidos, tránsito, las íbamos a buscar a la estación y después las llevábamos.
Fue toda una logística llegar a ser una cooperativa. En pandemia, cuando garantizábamos abortos, llegamos a hablar con Carlota Ramírez y nos preguntó «¿Cómo pueden garantizar la trazabilidad (Seguimiento de las interrupciones de embarazo)? ¿»Ustedes qué marco legal tienen?» Y nosotros dijimos, «No tenemos ningún marco legal, lo único que tenemos es el compromiso de hacerlo desde hace tanto tiempo.» Nos dijo que sin un marco legal, era imposible hacerlo, y elegimos la cooperativa porque eran 24 hs, que después no fue tan rápido y duró como 6 meses. A partir de esta negativa es que tenemos un marco legal, porque sino no lo hubiéramos hecho.
Sandra: -¿Cómo es el día a día? ¿Pueden ejemplificar la primera llegada a una persona que viene y consulta acá a la cooperativa?
Cuando dicen que las feministas tienen que ser interdisciplinarias eso es lo que hacemos. Una persona llega por recomendación o por redes y lo que se hace es trabajar lo que dice la Ley de Salud Mental, que es trabajar interdisciplinariamente. Siempre se tiene una primera escucha donde intervienen las distintas disciplinas (legal, social, psicología, psiquiatría) y vemos si podemos acompañar ese proceso, porque no todos los casos podemos acompañar. Entonces ese es el abordaje, hay cosas que tenemos que derivar, otras que podemos acompañar o capaz que lo puede acompañar Dani sola o necesita de todo el equipo.
Sandra: -¿Cómo están viviendo desde la organización este primer año del Gobierno Nacional de Milei?
Todo el derecho de género hoy es profundamente atacado y sobre todo el derecho a la salud.
Se han eliminado más de 13 direcciones, desde Salud Comunitaria hasta enfermedades infecciosas, así que tenemos un serio problema. Aparte de eso, este grado de desigualdad hace que el acceso a la salud sea complicado. Y con respecto al género, la salud biológica y la salud mental no tienen perspectiva de género. Es decir, los psicólogos hacen un cuatrimestre de diversidad en 4 años y después todas las otras materias no tienen ninguna perspectiva de género.
Sandra: -Teniendo en cuenta que ustedes trabajan y que además trabajan con temáticas de género, ¿Cómo ven desde la organización que temas como la salud sexual son cancelados por este gobierno?
Es algo que hemos conversado varias veces, lo que nos preocupa es la pérdida sistemática de derechos. Llegamos a un punto, en lo social y en lo político, donde no tenemos ninguna discusión zanjada, no tenemos ningún derecho asegurado en general. Estamos saliendo a la calle a debatir y a reclamar que no se eliminen términos como femicidio, seguimos discutiendo cosas que a mí me parecía que estaban zanjadas y ahora me doy cuenta que no. Como una organización que trabaja con género y salud reproductiva, con la baja acceso a derechos, al final del día estamos constantemente yendo para atrás y discutimos sobre cosas que pensamos ya teníamos ganadas.
Nosotras como cooperativa seguimos yendo al territorio, estamos en José C. Paz, en la Mutual Primavera, en el Centro Comunitario Belén y ahí obviamente se ven todas las vulnerabilidades. Tratamos de hacer un acompañamiento social, legal, vamos todo el equipo el segundo y cuarto miércoles de cada mes.
Sandra: -Nos gustaría conocer cuál es su mirada sobre la situación actual respecto del acceso al aborto en el conurbano.
Bueno, nosotres tenemos una historia larga acá en la Cope. Primero fue Edis el que dio el recetario y después ingresé yo que trabajo en el Hospital Bocalandro, en el consultorio de salud sexual, y obviamente es más accesible. Sobre los turnos, si hay alguna persona que está gestando y no quiere tenerlo, bueno, como sabemos que acá en San Miguel son conservadores y es imposible conseguir un aborto, las derivamos directamente al Bocalandro. Allá le hacen ecografías, le dan medicación y métodos. También está el UPA (Unidad de Pronta Atención, hospitales de atención intermedia), articulamos con ellos para que cada 15 días vengan Socorristas en Red (Un colectivo de organizaciones feministas que socorren y acompañan en temas de aborto, https://socorristasenred.org/).
Sandra: – Su trabajo es tanto acá en el espacio como en el territorio, ¿Cuáles son las problemáticas que están presentes y cuáles son las que abordan ustedes?
Las problemáticas tienen que ver mucho con diferentes tipos de violencia, digamos. Lo que sí se notó este año un montón es que las adolescencias cuidan a sus hermanos y hermanas porque las madres, y los padres en el caso de que estén en la pareja, tienen que salir a trabajar. Los centros comunitarios no dan abasto, hay un montón de emergentes hoy. De hecho, siempre nombramos el caso de Camila, una vendedora ambulante que a veces le puede dar a su hijo de comer y otras, el nene que ya tiene 2 años, toma teta nada más. Esto pasa y se replica un montón, hay un montón de Camilas en los territorios, y esos emergentes tratamos también de abordarlos.
Sandra: -¿Cuáles considerás que han sido las estrategias a las que tuvieron que recurrir y cómo las fueron formando a lo largo del tiempo?
Las estrategias básicas son que formamos la red. Básicamente el espacio se sostiene porque hay una red, y solamente porque esta aborda los otras las temáticas que nosotros no podemos. Tenemos un equipo con el que contar, sabemos que cuando no puede ir una va la otra y el espacio se mantiene desde hace mucho tiempo y hay gente que se quiere sumar, me parece que eso es algo que también sostiene el espacio. Nosotres no siempre siempre tenemos subsidios, acá nos autogestionamos, trabajamos y pagamos.
Sandra: -En estos años de la cooperativa ustedes registran que han tenido distintas relaciones con los distintos Estados y niveles del Estado para implementar y acompañar distintas políticas de protección de derechos, de promoción, ¿En qué momento ven que eso cambió?
En el gobierno anterior tuvimos acompañamiento cuando hicimos el Ciclo Frida, que fue un acompañamiento de cultura de la Nación. Obviamente ahora ni existe ya el programa ni nada. Habíamos llegado a hablar con Estela Díaz en un momento, por los botones antipánico que se daban en José C Paz. Claro, se dan botones antipánico pero no tienen conexión. Nunca encontramos una buena respuesta porque lo que me dijo fue que en este municipio es muy difícil.
El espacio se sostiene por las redes, por las redes territoriales, no por las redes nacionales. Porque ya te digo, Carlota Ramírez nos dijo que no podía porque no existía la trazabilidad, cuando había un médico que no pertenecía al sistema de salud y garantizaba abortos. Entonces, ¿de qué me estás hablando? gratuitamente hay un equipo que está preparado para poder acompañar en esto porque lo viene haciendo.
Por ahí en las pocas personas que creíamos que eran referentes nunca tuvimos un buen acceso, pero yo entiendo que son razones políticas y que por ahí una cooperativa de salud mental en género debe haber un montón, pero que no tiene por ahí pertenencia al territorio. Nunca pudimos acceder a eso pero sí a los programas, para eso hay que presentar proyectos, nosotros sabemos hacerlos y nos gusta lo que hacemos. El Ciclo Frida nos quedó pendiente la segunda parte, estamos viendo cómo podemos hacer para garantizarlo nosotras.
Sandra: -¿Cuál es la mirada que ustedes tienen acerca de cómo las mujeres se vinculan a los servicios de salud?
Las mujeres se vinculan de boca en boca, se recomiendan el consultorio si es amigable, si hay métodos anticonceptivos.
Cuando vamos a los centros comunitarios, es muy difícil que vaya una psicóloga o un psicólogo a un centro comunitario, que vaya una trabajadora social. Los centros comunitarios proponen y siempre hay más gente porque es difícil que profesionales quieran ir a esos espacios. También hay otro foco a tener en cuenta, tanto los médicos como psicólogos cuando lo sacás del encuadre del consultorio, tienen que cambiar su manera de pensar. Están mucho más acostumbrados a hablar que a escuchar, y acá hay que escuchar más que hablar. Esto también implica desmontar todo un aparato ideológico en el cual se basa la formación en salud mental y la salud general. Lo más importante es, en este caso, insisto, trabajar la dignidad, la diferencia y nosotros eso sí lo trabajamos. No hay salud mental para los pobres, hay para la clase media, consultorio privado y que pague. Los que trabajan en salud mental no tienen idea muchas veces de la desigualdad, la meritocracia también está en la formación. Tiene que cambiar la mirada que tienen sobre las personas. Nos pasó que una vez en el hospital una médica le decía a una madre que la nena estaba desnutrida y que le tenía que dar una leche especial. No tuvo en cuenta que ella no tenía para darle eso que le estaba diciendo, tuvimos que intervenir todo servicio social para explicarle a la médica. Ella le echaba la culpa a la madre que estaba desnutrida y no veía el contexto completo, o sea, tienen que tener formación para ver el contexto.
Sandra: – Decían que los ejes que propone el feminismo ustedes los llevan adelante en la cooperativa ¿Cómo ven este territorio en el marco de este nuevo 8M?
Qué difícil la pregunta. Nosotros lo vivimos como en dos etapas, una muy difícil porque hubo de noviembre a febrero hubieron más femicidios, maltrato infantil. Sabemos que las organizaciones de José C.Paz tienen todo para nada, porque está todo vaciado. Empezamos a pensar con las organizaciones territoriales por qué ir a Buenos Aires y por qué quedarnos en los territorios. Me parece que sentimos que debíamos ir a Buenos Aires para mantener, y sostener la presencia, como hicieron las universidades, pero también creo que hoy es necesario sostener los territorios. Acá en José C Paz una chica que fue a hacer la denuncia porque estaba golpeada le dijeron que en la comisaría estaban con un caso más importante, que fuera en un rato. Por supuesto, fue víctima de femicidio. Me parece que estas cosas no pueden seguir pasando y lo que pasa en Buenos Aires se ve en todos lados, pero si vos buscás femicidio en José C. Paz del 2025, te cuesta encontrarlos. Me parece que hoy hay que darle visibilidad a esas cuerpas, a estas organizaciones, a estos territorios que siempre fueron relegados.
Un poco lo vivimos con la alegría del encuentro, de poder juntar las organizaciones, de saber que fue un año muy difícil para todas, donde todavía no nos terminamos de acomodar y por ahí no nos vimos, no pudimos conectar o charlar. Poder juntarnos este 8M es para nosotros alegría porque es el momento del encuentro donde se visibiliza, donde va a haber música, donde va a haber un montón de cosas que hacen a que la lucha sea diferente.
Sandra: – Para finalizar quería preguntarles a todas ¿Qué es lo que les convoca estar en la cooperativa Frida Kahlo?
Myr: Más que nada para mí la militancia, fue un lugar donde me sentí acompañada y sentí que acompañaba.
Dany: Sí, me pasó un poco lo mismo, todas nuestras profesiones, el sistema capitalista que tenemos te enseña que son profesiones individuales e individualistas también, ¿no? Es el psicólogo con su paciente, el abogado con su cliente, la cooperativa se sale de esa lógica, tiene un planteo contrario que se plantea siempre desde lo colectivo, desde lo comunitario y a mí me voló la cabeza. Me sentí acompañada y también siento que puedo acompañar.
Qollka: Darle la vuelta de tuerca a mi profesión. Me parece hermoso que la construcción de la cooperativa no se puede medir, no tiene límites, y ser una pequeña parte de eso es hermoso. También como decían, el tejido de redes, el entender que todo es comunitario y todo es colectivo es lindo y me llena de mucho orgullo saber que soy parte de eso y que seguimos siendo parte como equipo.
Edis: La cooperativa es una gran enseñanza desde la salud de los márgenes, implica dejar de lado el vocabulario académico, volver al vocabulario popular y principalmente reconocer que muchas veces la palabra no es para interpretar. No hacer esa interpretación, ponerse, trabajar sobre el sufrimiento que está ahí, que no hay que andar escarbando.
Qollka: Que trabajamos a veces con mucho dolor, pero que ese dolor también nos interpela a nosotras, que no es casual, que no es de afuera ese dolor, que no es que le pasa a las chicas o a las mujeres del centro comunitario, sino que también ese dolor lo tenemos adentro y que podemos charlarlo entre nosotras y poder buscar una solución conjunta. Entonces, creo que la cooperativa es eso, cooperación, operación, pero interpela el pensamiento.
Sandra: -Una breve reflexión ¿Qué es lo que ustedes ven a futuro en este panorama, donde la cope ha transitado diferentes escenarios, de frente a este nuevo 8M?
Yo creo que la única revolución posible es feminista, y que el 8M tiene que marcar, para convocar, para seguir convocando mujeres, diversidades sexuales y podernos parar no porque hay una marcha en Buenos Aires, sino porque hay problemas en los territorios, en José C. Paz, San Miguel, Malvinas Argentinas. Entonces, creo que la mirada que tengo y que me mueve siempre, es que la única revolución posible es feminista y diversa. Creo que lo único que me hace mirar amorosamente esta realidad tan fea es eso, las redes feministas.