Por Francisco Suárez 1 y Virginia Vecchioli 2
Los trayectos de la memoria
La historia política de nuestro país en la segunda mitad del siglo XX ha sido pródiga en interrupciones del orden constitucional, golpes de Estado y, suspensiones del Estado de Derecho y de las garantías para todos los ciudadanos. Entre todos estos regímenes, destaca por la ferocidad y escala de su represión, y por los efectos en la estructura socioeconómica de la Argentina, el iniciado el 24 de marzo de 1976, autodenominado «Proceso de Reorganización Nacional». Durante siete años (1976-1983), el Terrorismo de Estado se convirtió en el instrumento armado de una política de deliberada reconfiguración de todo el mapa social de nuestro país, con cuyas prácticas auténticamente genocidas se gestaron las estructuras de inclusión y extranjerización económica que aun hoy resultan difíciles de erradicar.
Los 30.000 desaparecidos nos señalan con su ausencia la necesidad de no olvidar y de mantener siempre en alto la divisa de “Memoria, Verdad y Justicia», que mancomunan la labor y militancia de todos los organismos de derechos humanos de la República Argentina.
Desde el inicio de la democracia, la Argentina ha llevado adelante iniciativas claves en la recuperación de la memoria del pasado traumático sobre la última dictadura militar. Estas iniciativas van desde la creación de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP, 1983), la publicación del informe “Nunca Más” (1985) y el juicio a los integrantes de las tres Juntas de gobierno (1985) que condenó por primera vez a los jerarcas de una dictadura militar. La historia argentina no olvidara la frase del Fiscal Strassera al cierre de su alegato, dicha delante de los genocidas que aún no peinaban canas:“Señores jueces quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino, Señores Jueces Nunca Más”. Como respuesta, las Fuerzas Armadas llevaron adelante varias tentativas de derrocamiento del gobierno de Alfonsín que afortunadamente no tuvieron éxito.
1 Doctor en Antropología y Máster en Políticas Ambientales y Territoriales (UBA). Se especializa en la interacción ambiente sociedad y ha publicado numerosos artículos académicos y de divulgación. Integrante de la Comisión por La Recuperación de la Memoria de Campo de Mayo. Se desempeña actualmente en el Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento.
2 Doctora en antropología social por el por el Programa de Post-Graduación en Antropología Social del Museo Nacional. Universidad Federal de Río de Janeiro. Sus temas de investigación son el activismo en causas humanitarias y los procesos sociales de constitución de causas públicas, con especial énfasis en la profesión jurídica y la génesis de la causa por los derechos humanos en Argentina. Entre los años 2007 y 2015 se desempeñó como en el Instituto del Desarrollo Humano de la Universidad Nacional de General Sarmiento. Actualmente es profesora del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Federal de Santa María (Brasil).